Si no hubiera pasado

¿Qué estarías haciendo si no hubiese pasado esto?

Es la pregunta que me hago cada día al despertarme y ver que la vida que tenía planeada hace un año se desmoronó en un momento. Cuando aquel enemigo invisible nos dejó encerrados sin poder hacer nada, cuando aquel enemigo invisible decidió que ya había sido demasiado para una humanidad que estaba exprimiendo al máximo su existencia. 

Es posible, muchas veces lo pienso, es posible que esto sea un castigo a nuestra codicia, a que el mundo, de vez en cuando necesita respirar y volver a renacer. Bien es cierto que la primavera vino cargada de lluvia, que tan necesaria es en estos tiempos que corren en los que el tiempo parece estar loco. Bien es cierto que la capa de ozono respiró de nuevo y pudimos ser testigos de que con solo tres meses de parón en el mundo ese agujero que es tan grande redujo su tamaño hasta casi cerrarse al 100%.

Muchas veces me pregunto, cada día, al despertarme, si es necesario todo esto, si vivir es un regalo, por qué otros se empeñan en hacerlo por encima de sus posibilidades. Posiblemente esto sea un castigo, de la madre naturaleza, para que dejemos de explotar sus recursos, de los dioses de todas y cada una de las religiones del planeta, unidos para que paremos, para que nuestra codicia no sea tan grande. Posiblemente sea una mera casualidad, pero nunca lo sabremos. 

Hoy os dejo esta reflexión, pues el mundo necesita de nuestro aliento para poder seguir viviendo, pero nuestro aliento sincero, no necesita el aliento de la codicia y la ambición, para eso ya tenemos a otros, esperemos que el mundo haya aprendido, esperemos que el mundo consiga salir de esta y que la codicia no reine en la mente de nuestros gobernantes en demasía, para que nuestras ambiciones siempre sean puras y prósperas.

Ares Turner.